Una estrategia de migración a la nube es el plan que una organización elabora para trasladar sus datos y aplicaciones desde una arquitectura local a la nube. No todas las cargas de trabajo se benefician de ejecutarse en una infraestructura en la nube, por lo que es importante validar la forma más eficiente de priorizar y migrar las aplicaciones antes de entrar en funcionamiento. Una estrategia sistemática y documentada es crucial.
El proceso de migración a la nube
Tu hoja de ruta exacta para migrar a la nube depende del tamaño y la complejidad de tu entorno. Estos son los pasos básicos:
Planificación de la migración:
Antes de comenzar, debes tener claro tus motivos para la mudanza y qué estrategia puede apoyarlos mejor. Comienza evaluando tu entorno actual. Es importante calcular tus requisitos del servidor en la nube en función de los requisitos de recursos actuales de las aplicaciones para evitar comprar más de lo necesario. En esta etapa crítica, necesitarás los recursos y la experiencia de un especialista. Una solución de gestión del rendimiento de aplicaciones (APM) puede proporcionar visibilidad completa y en tiempo real de tu entorno y todas sus dependencias, mientras integra la estrategia como parte del paquete.
Elegir tu entorno en la nube:
Ahora que tienes la visibilidad necesaria para lograr el éxito, estás listo para decidir qué tipo de modelo de nube deseas adoptar. Ya sea que elijas una nube pública, híbrida, privada o multicloud (o servicios como Google, Azure o AWS) depende de cuál sirva mejor a tus necesidades actuales y futuras. Solo asegúrate de que tu solución APM se extienda al proveedor(es) elegido(s).
Migración de tus aplicaciones y datos:
Si se planifica con precisión, tu migración real debería ser sin complicaciones. Aún así, ten en cuenta las preocupaciones de seguridad en la nube, como cumplir con las políticas de seguridad y planificar la copia de seguridad y recuperación de datos. Además, asegúrate de usar APM para establecer una línea base de rendimiento antes de la migración en preparación para el siguiente paso.
Validación del éxito posmudanza:
No puedes declarar una migración a la nube exitosa sin evidencia de que funcione como se espera. Con una solución como AppDynamics Business iQ, puedes demostrar los beneficios de la migración a la nube comparando el rendimiento de las aplicaciones antes y después de la mudanza, desde una perspectiva técnica y empresarial, en un entorno de prueba de riesgo reducido.
¿Cuáles son los tipos de estrategias de migración a la nube?
Conocidas en términos generales como las “seis R’s de la migración”, estas son las seis estrategias más comunes:
1. Rehosting (“levantar y cambiar”)
Como su nombre lo indica, esto implica levantar tu pila y trasladarla desde el alojamiento local a la nube. Transportas una copia exacta de tu entorno actual sin realizar cambios extensos para obtener el ROI más rápido. Las empresas con una cultura conservadora o sin una estrategia a largo plazo para aprovechar las capacidades avanzadas de la nube son adecuadas para el rehosting.
2. Replatforming
Como una variación del “levantar y cambiar”, el replatforming implica hacer algunos ajustes adicionales para optimizar tu entorno para la nube. De nuevo, la arquitectura principal de las aplicaciones permanece igual. Esta también es una buena estrategia para organizaciones conservadoras que desean generar confianza en la nube mientras logran beneficios como un mayor rendimiento del sistema.
3. Repurchasing
Esto significa mover tus aplicaciones a un nuevo producto nativo de la nube, comúnmente una plataforma SaaS (por ejemplo, mover un CRM a Salesforce). El desafío es perder la familiaridad del código existente y capacitar a tu equipo en la nueva plataforma. Aun así, la recompra puede ser la opción más rentable si se pasa de un entorno legado altamente personalizado.
4. Refactoring
Refactoring (o rearchitecting) significa reconstruir tus aplicaciones desde cero. Esto generalmente se impulsa por una necesidad comercial de aprovechar capacidades en la nube que no están disponibles en tu entorno actual, como la autoescalabilidad en la nube o la computación sin servidor. El refactoring suele ser la opción más cara, pero también la más compatible con versiones futuras.
5. Retiring
Una vez que hayas evaluado tu portafolio de aplicaciones para la preparación en la nube, puedes encontrar que algunas aplicaciones ya no son útiles. En este caso, simplemente apágalas. Los ahorros resultantes pueden incluso impulsar tu caso comercial para aplicaciones que están listas para la migración.
6. Retaining
Para algunas organizaciones, la adopción de la nube aún no tiene sentido. ¿No puedes sacar los datos de las instalaciones por razones de cumplimiento? ¿Quizás no estás listo para priorizar una aplicación que se actualizó recientemente? En este caso, planifica revisar la computación en la nube más adelante. Solo debes migrar lo que tenga sentido para tu negocio.
¿Cuáles son los beneficios de migrar a la nube?
A un nivel básico, la fortaleza de la nube radica en su infraestructura elástica. Esta ventaja se manifiesta de muchas formas diferentes, incluyendo, pero no limitándose a:
Costos de alojamiento reducidos:
En la nube, ya no tienes que preocuparte por los costos y las condiciones de mantener servidores físicos en funcionamiento. Un centro de datos de terceros gestiona los servidores, a menudo en un modelo basado en suscripción que elimina el gasto de capital.
Agilidad y escalabilidad:
Los CIO clasifican la agilidad operativa como un motor principal para la adopción de la nube, según Gartner. Los servicios basados en la nube no solo escalan automáticamente la capacidad para satisfacer la demanda creciente o fluctuante, sino que también permiten a los equipos colaborar en las actualizaciones o problemas de las aplicaciones desde cualquier lugar en lugar de hacerlo en el sitio. Este nivel de continuidad puede dar a las empresas una verdadera ventaja competitiva.
Huella reducida:
Debido a que la capacidad del servidor se escala hacia arriba o hacia abajo para adaptarse a tus necesidades en la nube, solo utilizas la energía y los recursos que necesitas. Podrías incluso reducir tu cantidad de centros de datos a uno o incluso a cero para reducir el impacto ambiental.
Recuperación ante desastres:
Esto es importante para negocios de todos los tamaños, pero históricamente es costoso para las pequeñas empresas. Hoy en día, la nube está ayudando a más organizaciones a implementar soluciones de respaldo y recuperación que requieren menos tiempo e inversión inicial.
Seguridad:
La nube ofrece mayor seguridad que los centros de datos al almacenar tus datos y aplicaciones sensibles de forma centralizada. La mayoría de los proveedores de la nube también mantienen el tráfico no deseado lejos de tus datos implementando actualizaciones de seguridad regulares, dejándote libre de amenazas y libre para ocuparte de lo que importa a tu negocio.
¿Cuáles son los desafíos de la migración a la nube?
Asegurar una migración de aplicaciones sin problemas es un desafío principal para los tecnólogos actuales. Incluso después de encontrar el proveedor de nube adecuado, el proceso de migración conlleva un cierto grado de riesgo. Escenarios críticos a tener en cuenta incluyen:
Tiempo de inactividad
El proceso de migración puede requerir desconectar temporalmente los servidores internos. Pero las interrupciones podrían ser desastrosas para el rendimiento de las aplicaciones -y por extensión, la lealtad del cliente- si no están respaldadas por una copia de seguridad adecuada o una asignación de recursos.
Pérdida de datos
Durante su traslado a la nube, los datos de tu empresa están en su punto más vulnerable. Algunos de ellos podrían no estar disponibles o estar en riesgo de violación. Se debe tener extremo cuidado para minimizar el riesgo de brechas aplicando controles de seguridad en la nube como la gestión de acceso privilegiado y la encriptación de aplicaciones.
Gestión de recursos
No todos los profesionales de TI confían en la nube. Los empleados que estaban acostumbrados a gestionar servidores físicos pueden necesitar formación en la nueva infraestructura. En otros casos, la adopción de la nube requiere introducir nuevos roles de gestión de TI o transformar la columna vertebral de las operaciones empresariales.
Interoperabilidad
No es fácil hacer que tus aplicaciones existentes se comuniquen adecuadamente con entornos en la nube más nuevos. Para ayudar a asegurar que lo hagan, es posible que tengas que adaptar tus procesos a los de tu proveedor de nube.